Soy lo que soy y es lo que hay…


  • Twitter del autor: @Ailatan098
  • Título del blog: Pasos a una vida
  • Enlace al artículo original: http://honnieaxiel.blogspot.com/2010/12/entra-por-la-ventana-la-luz-del-sol.html
  • Entra por la ventana la luz del sol haciendo que sus perezosos ojos decidan abrirse estirando los brazos por la cama, buscándolo. No hay nadie… se despereza dándose la vuelta y apartándose el pelo de la cara quedándose boca arriba, mirando al techo recordando las caricias de la noche de amantes compartida. Se queda tumbada de lado hacia la mesita para buscar un reloj que indique la hora del día. 8:45. “uff espero que sean pm…” Piensa remoloneando un poco mas entre las sábanas.

    Decide salir de cama lentamente, estirando sus largos brazos blancuchos, se para delante de la ventana viendo una imponente figura masculina en medio de la arena, parado frente a la mar con los brazos en jarras. Abre la puerta con cuidado y sale caminando por la arena despacio y con tranquilidad hasta llegar a su encuentro pasándole un brazo por la cintura y otro por el hombro bajando por su pecho besándole la espalda.

    -La gran ola llegará… -susurra en su oído- No la provoques…

    Ríe después de eso y sale corriendo hacia el mar, y tirándose dentro del agua cuando esta la cubre lo suficiente para salir nadando hacia el interior. Disfrutando del contacto del agua con su piel se zambulle hacia el fondo mirando las pequeñas estrellas de mar y diferentes peces nadando a su alrededor. En un momento dado sale a la superficie y se quita el bikini tirándolo al agua, se gira y busca con la mirada a la misma figura a la que había abrazado.

    -No soy la ola, pero también puedes surcarme si quieres -grita.

    Escucha su carcajada a lo lejos y ve como poco a poco se adentra en el agua con paso decidido, lento pero seguro, con aires de depredador, uno que va tras su presa. Sonríe al verlo así y se vuelve a zambullir para salir en su encuentro, cogiéndolo por la cintura para bajarle el bañador y dejarlo desnudo. Cierra los ojos al sentir las manos de él en su cuerpo sacándola fuera del agua estrechándola contra él.

    -Mejor que la ola, desde luego. –ríe en su oído.

    Ella sonríe aferrada a sus hombros acercándose lentamente a su boca posando sus labios en los de él, disfrutando del pequeño roce de mordisquearle el mentón.

    -¿Saldrás hoy? He de ir a casa, estarán preocupados de tantos días fuera sin avisar… -ríe- Bueno, aunque están empezando a acostumbrarse a mis escapadas nocturnas…

    -Estas empezando a parecer un sucubus pequeña. Vienes en medio de la noche, te metes en mi cama y por la mañana muchas veces ni estas…

    -¿Quién te ha dicho que no lo soy?

    Dice separándose y sale nadando hacia la orilla mientras él se queda parado mirándola y se le escapa una risa negando con la cabeza susurrando “no hay cambios en ella”.

    Ella llega a la orilla y camina desnuda por la arena de vuelta a la casa sintiendo como el va también detrás, sin girarse a mirarlo, pero sabiendo que no aparta la vista de ella, entra en casa directa a la habitación y se tumba en la cama de blancas sabanas de seda pegándosele a la piel mojada dejando que su largo cabello azabache se esparza por toda la cama.

    Con los ojos cerrados siente la presencia de él entrando en la habitación, tumbándose a su lado con una sonrisa en el rostro, algo que hace que llene su corazón al sentirla, inunda toda la habitación con solo eso. El pasa uno de sus brazos por encima de ella cubriéndola casi por completo, protegiéndola.

    -¿Podre algún día ver de ti algo más de lo que hoy me muestras pequeña?

    Deja volar su mente al escuchar su pregunta, recordando momentos de intimidad física con él, todo es sexual entre ellos, pasión, besos, caricias. Hacen el amor con los ojos nada más verse. Cada vez que llega a su casa cada uno piensa en la piel del otro, surcando las profundidades de cada uno en su inmensa imaginación.

    -Creo que eres la persona que más ha visto de mí.

    -No me refería a eso y lo sabes.

    -Deja las cosas como están, ¿Para qué quieres ver más? Soy lo que soy y es lo que hay…

    Se gira sobre sí misma dentro de los brazos de él para besarlo con devoción, con pasión, quedándose entre sus brazos, su refugio.

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